Cómo almacenar y conservar las mangas filtrantes

Las mangas filtrantes nuevas pueden almacenarse hasta llegado el momento de uso, sin que sus características y rendimiento se vean afectados, incluso tras largos períodos de tiempo. Adquirir y almacenar mangas para un uso futuro es una buena estrategia de compras, pues impulsa negociaciones por volumen que pueden suponer importantes ahorros.

La experiencia nos dice que, atendiendo a unas simples y lógicas normas de almacenaje y conservación, las mangas filtrantes no pierden ninguna de las propiedades físicas y técnicas originales, ni tampoco las prestaciones y el rendimiento previsto. Sin embargo, es esta misma experiencia la que nos dice que no siempre se atienden estas condiciones idóneas de almacenamiento y conservación, lo que provoca sorpresas indeseables cuando la manga es desembalada, instalada o puesta en funcionamiento: roturas, deformaciones, desgastes, rozaduras…

Las mangas filtrantes fabricadas en fibras y tejidos sintéticos pueden someterse por norma general a un almacenamiento intermedio sin problemas, incluso durante largos períodos. Lo importante en este caso es que el embalaje sea el adecuado y que se cumplan una serie de pautas fundamentales para una correcta conservación durante el tiempo de almacenaje.

6 claves para un correcto almacenaje y conservación de las mangas filtrantes:

1. Mantener las mangas filtrantes en el embalaje original para evitar posibles contaminaciones.
2. Almacenar en un lugar fresco y seco.
3. No exponer a la luz solar directa ni a radiaciones térmicas.
4. Evitar daños ocasionados por roedores, insectos, hongos o similares.
5. Alejar de fuentes de ignición y de objetos afilados.
6. No almacenar los palés apilados uno encima de otro.

Fuente: CometThink nº24 de ICT Filtración
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