¿Qué es mejor, el cambio parcial o el cambio total de los elementos filtrantes del sistema de aspiración?

En muchísimas ocasiones nos encontramos con empresas que realizan cambios parciales de los elementos filtrantes en sus sistemas de aspiración. El usuario detecta emisiones o pérdidas de carga elevadas y decide actuar solo sobre las mangas o cartuchos que presentan un deterioro.

Esta decisión, que inicialmente supone para las empresas una parada técnica más corta de sus procesos e instalaciones y menos inversión en compra de elementos filtrantes, no supone ninguna ventaja a largo plazo.

Principales inconvenientes de los cambios parciales

• Vida más corta de los nuevos elementos filtrantes. Al mezclar mangas o cartuchos nuevos con los que llevan ya algún tiempo trabajando, los primeros van a recibir la mayor cantidad de polvo de la instalación; el aire siempre busca “la salida más fácil” y esto va a hacer que los elementos nuevos trabajen mucho más y duren mucho menos.
• Pérdida de carga elevada y mayor consumo de aire comprimido. Al actuar de forma parcial, la pérdida de carga no recuperará los valores iniciales y óptimos de trabajo, por lo que el sistema de limpieza trabajará de forma más continua, aumentando así el consumo de aire comprimido.
• Mayor inversión en compra de recambios. Aunque inicialmente la sensación es que los costes de la compra de elementos filtrantes son inferiores o que estamos “pagando en cuotas” el cambio de mangas o cartuchos, la realidad es que se termina pagando un coste mucho más alto, tanto en materiales como en costes derivados de los dos puntos anteriores: costes de gestión de compras, pérdida de capacidad de negociación, incremento de costes logísticos, entre otros.
• Continúas paradas de la instalación. Este es uno de los principales costes derivados de los cambios parciales. Aunque una actuación total en el filtro puede suponer una parada larga, si ésta es programada, el tiempo y los costes serán inferiores a la suma de todas las paradas no programadas que deban realizarse en un periodo de tiempo. Por ejemplo, un filtro con 900 mangas cuya vida útil media es de 2 años, en ese mismo periodo, si realizamos cambios parciales, podemos llegar a cambiar más de 1.000 mangas y el tiempo invertido será entre un 10-15% superior al de una parada programada para cambio total.
• No actuación sobre otras partes vitales del filtro. Las paradas cortas no permiten la revisión de otros puntos cruciales de la instalación, como pueden ser el sistema de limpieza, los puntos de descarga o la propia chapa del filtro. No intervenir en estos puntos va a influir negativamente en la durabilidad de los elementos filtrantes y de toda la instalación.

Conclusión

Aunque la estrategia de reemplazo parcial pueda parecer una opción buena y rentable, la realidad es que los cambios totales de los elementos filtrantes pueden suponer a las empresas ahorros de alrededor de un 20%. Además, el cumplimento de los límites de emisión se cumplen con mayor rigurosidad y las instalaciones trabajan de forma más eficaz y sostenible, tanto en lo económico como en lo medioambiental.

Mónica Fernández / Sales Manager